En semanas como esta todo regresa: la directora de tesis perdida, la necesidad de acabar con el semestre, el rechazo laboral, la falta de cuidado, los argumentos de mentiras y las mentiras que argumentan. Nada de esto siendo algo malo. Preocupa entonces el paso siguiente -el cual también vuelve de la infidad práctica-, el qué hacer. Es una semana en que las frases de textos y canciones y personas lo atormentan a uno; se recuerdan y la neurosis explota: memoria, archivo, casa, tatuaje, culpa, etc. Recuerdo ahora un eterno problema cuando se habla de música y con el que me he encontrado varias veces por estos días: el apelativo marica a cierta música que si bien es pop y es suave, parece que ataca la masculinidad de mis conocidos, que por supuesto necesitan algo más "duro", "pesado", quién sabe qué. En particular me ocurre cuando hablo de Death Cab For Cutie. Me encanta esa banda y bueno, la menciono porque en época de regresos y neurosis y miedos, me da una sonrisa y ya.
Algunas frases:
I've always fallen fast with too much trust in the promise that
"no one's ever been here, so you can quell those wet fears."
I want purity, i must have it here right now.
But don't you get me started now.
-We laugh indoors.
I do believe it’s true
I do believe it’s true
That there are roads left in both of our shoes
If the silence takes you
Then I hope it takes me too
So brown eyes I hold you near
Cause you’re the only song I want to hear
A melody softly soaring through my atmosphere
-When the soul meets body.
Baa bah, this is the sound of settling
Baa bah, baa bah
-The sound of settling
Baa bah, this is the sound of settling
Baa bah, baa bah
-The sound of settling
El resto sigue: la paramilitarización de la realidad (según Tatiana), las búsquedas de empleo, cariño y desparche, el aburrimiento. Me emociona escribir de nuevo aquí. Me falta un ensayo y bueno, vacaciones... lo estoy trabajando con una gran persona que conocí este semestre, que sufre por el mundo como a mi me gustaría sufrir. Ah y hoy es el partido del Barca y el Werder Bremen (sin saber cómo demonios se escribe) y hay que ganar, si no, salir de la Champions.
