Neiva.
Calor, sofoque, piquetes.
Un bar demasiado refinado... Mantra. Doble Anís.
Desierto de la Tatacoa.
No es en verdad un desierto. Triste.
Villavieja es un pueblo miserable. Pesar inmenso, como de desierto.
Pitalito.
No es un pueblo. Es una ciudad chiquita.
Amabilidad por todas partes. Librería de usados.
San Agustín.
Hippie. Piedras. Robos. Muecas. Tarot.
Antojos. De una vida así.
Estrecho del Magdalena.
Sin palabras. Solo felicidades.
25.3.08
15.3.08
Dulces
Ando un poco borracho. Manuela duerme en el cuarto de al lado. Me duele la panza. Me tomé casi dos Mapis y me perjudicaron severamente. Tengo guayabo prematuro. Estuve con Boby charlando un par de horas... que bueno es sacarle tiempo a ese tipo, tipazo. Hoy es un día de recuerdos y reproches, de novedades y certezas externas.
He fumado sin parar. El trabajo no sale y me frustro un poco: es el impedimento para mis planes. Podría perder la razón. Tengo algo de miedo. “Ella es otra persona”. La tesis anda, lenta y poco segura. Treinta y seis canciones, dos (o tres) coitos, un ex novio, muchas enfermedades, todo y nada, ahora, solo.
Transgresiones corporales dice alguien. Amor dice otro. Falta cine. Ya casi me voy de vacaciones a un lugar desconocido con dos mujeres que amo. Ahora se dice amar. Querer ha pasado. La tele, la música, la radiola, los mensajes, las llamadas, el volver feliz.
Me mareo. Me extralimito. Me emociono. Me encojo. Me cercioro. Me toco. Me dejé de mentir hace un buen tiempo. “Nada como creer en la eternidad”. Se recuerdan pedazos frágiles de un pasado, pasado. Se recuerdan inventos que sirven como excusa. Nunca se socializan. Nunca.
Ya no se habla de la felicidad. Se vive la vida sin temor. Se vive porque no se puede hacer nada más. La mala. Me voy a rescatar a una mujer de sus dulces sueños. “Now you know it's so much better to pretend There's something waiting for you here Every letter that you wrote Has found its way to me my dear You can make believe that what you say
Is what I want to hear”: The Birthday Massacre, Kill the lights.
He fumado sin parar. El trabajo no sale y me frustro un poco: es el impedimento para mis planes. Podría perder la razón. Tengo algo de miedo. “Ella es otra persona”. La tesis anda, lenta y poco segura. Treinta y seis canciones, dos (o tres) coitos, un ex novio, muchas enfermedades, todo y nada, ahora, solo.
Transgresiones corporales dice alguien. Amor dice otro. Falta cine. Ya casi me voy de vacaciones a un lugar desconocido con dos mujeres que amo. Ahora se dice amar. Querer ha pasado. La tele, la música, la radiola, los mensajes, las llamadas, el volver feliz.
Me mareo. Me extralimito. Me emociono. Me encojo. Me cercioro. Me toco. Me dejé de mentir hace un buen tiempo. “Nada como creer en la eternidad”. Se recuerdan pedazos frágiles de un pasado, pasado. Se recuerdan inventos que sirven como excusa. Nunca se socializan. Nunca.
Ya no se habla de la felicidad. Se vive la vida sin temor. Se vive porque no se puede hacer nada más. La mala. Me voy a rescatar a una mujer de sus dulces sueños. “Now you know it's so much better to pretend There's something waiting for you here Every letter that you wrote Has found its way to me my dear You can make believe that what you say
Is what I want to hear”: The Birthday Massacre, Kill the lights.
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