12.2.08

Block Party

Hoy vi un documental llamado Block Party. Dirigido por Michel Gondry y producido y protagonizado por Dave Chapelle, muestra una rumba a calle cerrada, tributo al rap, a lo negro, a las posibilidades para el futuro en comunidad. No podría decir mucho más, aparte de recomendarlo. Hay momentos hermosos, que inspiran. Es extraña esta corriente de expresiones artísticas que se enfoca en lo negro y que con toda la intención, se desborda hacia otras personas que viven analogamente, conflictos del mundo moderno. Entre las personas que aparecieron en escena, se ve a Erykah Badu, The roots, -la reunión de- The Fugees, Mos Def, etc. En últimas, estuvo brutal... una gran experiencia del prolífico Chapelle. Me dejó sin sintaxis, sin posibilidad de escritura... me conmovió profundamente mientras mis hombros se movían y cara resentía la Historia.

En un momento, Wyclef Jean cantaba frente a los niños y niñas de una banda marcial su tema "if I was president":

If I was president,
I'd get elected on Friday,
assasinated on Saturday,
and buried on Sunday.
-y agregaba algo que no es parte de la canción:-
I'd be back working on monday.

Lo increíble de haber visto esto es la cantidad de conexiones que hice en mi cabeza. Me dejo acá sólo con dos que le incumben a ella. Ayer en Creps le hablaba de otro documental de Chapelle que me había encantado y por otro lado, la canción de Jean aquí citada menciona a Marcus Garvey. Y ya.

4.2.08

"Y en la cocina la foto de Uribe"

Son días de profunda desilusión. De discusiones que no se pueden dar y de recordatorios: de política no se habla ni en la mesa. Hoy, muchos colombianos salieron a las calles a protestar contra el secuestro… al menos eso es lo que se dicen muchos. La verdad es que marcharon en contra de las FARC y por ende, marcharon a favor de un presidente mediocre que se está dando un pantallazo político ni el hijueputa. Los organizadores de la marcha explicitaron que no se podía adherir ningún otro interés político, en ese sentido, no se marchaba en contra de la violencia de los paramilitares, del sicariato, de la delincuencia común y menos, mucho menos, la violencia estatal que tanto nos cuesta en este país. Al que no le conste que lea el documento de Human Rights Watch de cómo en el 2007 no hubo un solo avance significativo en el tema de DDHH. Pero había que salir a pavonearse, a hacer creer que todos luchamos por algo, cuando por detrás, se jugaban tres grandes temas: la aprobación de la hasta ahora fallida estrategia belicista del presidente Uribe, la imagen frente a los demócratas norteamericanos y la segunda reelección.

En un cartel que se erige orgulloso en la treinta, se leen falacias, se leen excrementos nacionalistas y entre ellos: “usted ha sido el mejor presidente que hemos tenido por los siglos de los siglos”. Este aire pseudo-religioso es molesto y anticipa la voluntad de algunos por promover un estado fascista y dañino… pero el susto es que anticipa ese futuro oscuro que nos cubre en la incertidumbre de una democracia perdida. Pero claro, otros letreros le dicen a Chávez que respete nuestra democracia y no pienso gastar un segundo de mi vida explicando por qué putas esto que es Colombia, dista de una democracia real. Tal vez si se aceptara a que se juega y la cultura política colombiana lo asumiera de una vez, no sería un juego tan sumamente cruel. Y todo esto por no hablar del cartel contra la traidora frente a la nación, Piedad Córdoba, quien juega con “nuestros sentimientos”.

Es que el asunto es sobre los sentimientos, de personas que nos sentimos ofendidas por la máquina uribista. Andando por la ciento treinta y cuatro, a la altura del caño de la veintiséis, una niña –hermosa, con rasgos totalmente particulares a ella, a esa belleza colombiana que no tiene nada en común con ningún colombiano- mendiga, caminaba con una camiseta de “colombiano soy yo” (los que iniciaron la marcha de hoy). Qué ironía. Qué tan cruel debemos ser frente a esos restos humanos que a nadie le interesan, decirles “mira niña, colombiana no eres, tu presidente no se preocupa por ti”, “nena, allí, miserable, exhibiéndote, es que cumples tu función… esa de aparentar no existir”, porque este tipo está continuando una idea que pocas veces revisamos, esa que Walsh en los setenta, dirigiéndose a la Junta Militar argentina llamó la miseria planificada. De nada sirve que las FARC sea el enemigo común, mientras la miseria continúa siendo el centro del funcionamiento de la soberanía de esta democracia de mentiras.

Cualquier uribista se pondrá furioso. Mamá se pondrá furiosa. A algunos los amenazan. No importa, si seguimos creyendo en nuestra democracia, en el enemigo común que son las FARC y en que la miseria sólo se superará después de derrotar a ese enemigo y los cientos de enemigos comunes que aparecerán después como excusa, entonces, como dice un amigo mío, “nos llevó el putas señores”. Como se lo dije a alguien, es como si usted saliera a festejar que un delantero de su selección metió un gol, cuando todos celebran la victoria de su selección nacional.